16 de diciembre de 2010

Un poco más de Matali Crasset

En una entrada anterior se habló sobre la visita de la famosa diseñadora francesa Matali Crasset, en esta oportunidad como información complementaria adjuntamos una entrevista que le realizó PuntoEdu (semanario de la PUCP) durante su visita a nuestro país.

---- Fuente: http://www.pucp.edu.pe/puntoedu/index.php?option=com_opinion&id=3957









El 28 de julio de 1965 nació, en un pequeño pueblo al norte de Francia, Matali Crasset, una de las diseñadoras industriales más influyentes de los últimos tiempos.
Sus trabajos muestran una especial sensibilidad por el uso del espacio, las formas, la movilidad y las tonalidades con la intención de hacer objetos útiles para la vida cotidiana. El diseñador se convierte, para ella, en un observador crítico de nuestra realidad y crea, gracias al uso que hace de los materiales, objetos para hacer un mundo mejor. Estudió marketing sin mucho entusiasmo hasta que descubrió el diseño casi como un accidente. Trabajó en Milán con Denis Santachiara y luego en París con Philippe Starck. Ha diseñado desde cajitas para joyas hasta el mobiliario para enormes museos de arte, y su sello (una smiley con su corte de pelo característico) es símbolo de innovación y riesgo. La semana pasada, estuvo en Lima para participar en la Jornada de Diseño Industrial, organizada por esta especialidad de la Facultad de Arte, y aprovechó su estadía en la Universidad para dictar un workshop para alumnos de la especialidad.
¿Cómo ve usted, con ojos de diseñadora, los objetos de nuestra vida cotidiana?
En nuestra vida cotidiana y para nuestros ojos, hay muchos objetos que son muy interesantes y otros que no lo son tanto. En cada periodo tenemos un tipo especial de creatividad con la que se desarrollan los objetos de nuestro mundo.
Imagino que el trabajo del diseñador y los avances tecnológicos están muy relacionados. ¿De qué manera aprovecha estos en su trabajo?
La tecnología necesita ser domesticada por nosotros. No podemos quedarnos simplemente fascinados por ella pues, finalmente, es una herramienta con la que podemos hacer muchas cosas buenas, pero también muchas cosas malas. Debemos ser muy cuidadosos con esto que llamamos el “progreso” pues puede terminar convirtiéndose y hacernos daño a los propios seres humanos. Yo uso la tecnología pues me ayuda a ir más allá en mi trabajo. Gracias a ella puedo proyectar objetos que de otra manera me costaría mucho visualizar y enseñárselo a los demás. Mi uso es práctico, lo uso para mi relación con los demás y para que los demás puedan ver lo que estoy proyectando. Por supuesto, gracias a la tecnología, puedo brindar generosidad o amistad a las personas a mi alrededor pero eso no significa que nos quedemos detenidos por la tecnología.
¿Sus diseños los hace pensando en alguien en especial?
Mi punto es que yo no diseño para mí, no diseño pensando en mis medidas. Todo aquello que diseño lo pienso en la medida que pueda ser útil para las personas. Lo peor que me podría pasar es que estos objetos que diseño no le sirvan a la gente para nada.
Para ello se necesita ser un gran observador.
Un diseñador debe de ser un gran curioso del mundo. Un gran cuestionador de lo que sucede y de lo que él mismo dice y hace. Tiene que evolucionar siempre; es más, un diseñador debería ser, en sí mismo, algo así como el abanderado de la evolución de las cosas. Siempre atento a lo que viene.
¿Cómo es la relación de un diseñador con sus materiales?
Un diseñador se relaciona con los materiales de una manera muy íntima y expresa en sus objetos sus propias convicciones. Mi principal recomendación para los jóvenes diseñadores es que crean en sus diseños y crean en el diseño como una manera de hacer un mundo mejor. Yo vengo de una ciudad muy pequeña que nada tenía que ver con el arte o diseño y a partir de trabajar mucho y creer mucho fue que tuve una oportunidad de convertirme en diseñadora. Y la situación que yo encontré en París fue muy parecida a la que encuentro en Perú en estos momentos: había un interés latente por el diseño esperando a ser desarrollado.
¿La belleza y la utilidad pueden convivir en un mismo objeto?
No estoy muy interesada en la belleza de las cosas. Me interesa la vida que ellas puedan mostrar. En cada proyecto en el que me concentro busco dar vida y darle soporte a la vida. No trabajo con las formas en sí mismas, sino con aquellas que son consecuencia de la intención con las que las hago.

No hay comentarios:

Publicar un comentario